
El tiempo a pasado muy rapidamente.
Todavia recuerdo los tortilleros en el Mosteruelo y las patatas picantes en el Ruedo, los veranos en Milles, a remojo y las noches locas en la AZ.
Y ahora ando liado entre pañales, aguantando, como muchos, a los imbeciles de turno en el curro y buscando en el buzón la cartita del banco a fin de mes...
La vida es un rio y la corriente nos lleva. A veces nos pega contra las piedras del fondo, pero si nos agarramos a una buena rama, salimos siempre a flote.
Vamos a dejarnos llevar, pero Oscar, cuando llegues a aquel remanso, esperame que echamos un parlao...
1 impresiones...:
Hoy estaba revisando tu blog (para mi vergüenza, tan tarde lo descubro). Me ha hecho volver a añorar aquellos años, las referencias que has hecho.
Mi vida sigue siendo un rio y sigo dando vueltas en mi pequeña balsa para los naufragios... Quizás hay que intentar buscar una orilla y volver a encontrarnos con los que han dejado huella en nustra vida.
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